Los entusiastas de los coches son una raza especial: están enamorados de motores de ocho años y setenta. Hay quienes pueden pagar un millón de euros de automóvil (Ralph Lauren) o que trabajan doce horas al día para mantener un Mitsubishi EVO VI.

He conocido a muchos, y de todos los tipos: los que les gusta fotografiarlos, los que conocen la historia, los que aprenden la lista de memoria o que adora a la camioneta. No hay que olvidarse que están los rallys, que conocen cada modelo de Clio centímetro por centímetro, y probablemente tienen un templo Lancia Delta en casa.

Sin embargo, hay una característica que une a todas estas categorías de fanáticos: amor por la guía.
Ciertos autos deportivos satisfacen los gustos de todas estas variedades de entusiastas, y no hay seres humanos que no puedan ser encantados.

Estos son los diez coches que todos los entusiastas del automovilismo deberían conducir por lo menos una vez en la vida.

Peugeot 106 Rallye
Este coche pesa sólo 765 kg, un peso que se considera ilegal en un compacto hoy, y gracias a su relación peso potencia y a su chasis caracterizado por un trasero «alegre» ofrece velocidad y diversión aseguradas.

Porsche Carrera 911
No importa qual, un Carrera es un Carrera. Mi favorito (y no sólo el mío) es 993, el último de los antiguos y el primero de los nuevos, con una línea sin iguales en mi opinión. El 911 es un icono, conduciendo este auto con su morro que se levanta y su posterior que se aprieta cada vez que abres el gas te da una experiencia única.

Lotus Elise MK1
El Elise ofrece una de las experiencias más puras e instintivas que puedes experimentar detrás de un volante. Dirección directa, sonido fantástico, líneas exóticas y un peso pluma: un templo de sencillez. Hay coches más extremos (Caterham, Radical, Ariel), pero el Elise es el único que también puede usarse como medio de transporte.

BMW M3 E46
Todos los M3 son coches grandes, algunos más y otros menos. Pero el E46, con sus «seis» en línea de 343 CV y ​​su deslumbrante línea, ha tocado puntos nunca antes vistos. El chasis era perfectamente equilibrado y el motor de «moto» – que casi llegaba a 8.000 rpm – era algo sensacional.

Delta Integral
El Delta es una leyenda, y eso va a misa. Muchas personas podrían salir decepcionadas: su empuje a penas llega a la altura de su apariencia, y la prestaciones de un compacto de hoy podrían eclipsar sus modestos 210 CV.  Su conducción física, su tracción integral y su turbo pero ofrecen una conducción «vieja escuela» y totalmente analógica.

Ferrari (cualquier)
Todos en la vida deberían probar un Ferrari, y ni siquiera hay una explicación del por qué. Si pudiera elegir escogería un V12 con caja de cambios manual. Un 550 Maranello sería ideal, pero con un Ferrari siempre estarás a salvo.

Mazda MX-5

El Mx-5 es el deportivo más querido del planeta (y de los periodistas); con esto lo he dicho todo. Es un coche con el que no tienes que ir rápido para divertirte, cosa que cada vez es más rara. Todos los mandos son perfectos, empezando la dirección, la transmisión y terminando con los pedales. La primera serie ofrece menos agarre, una conducción con más orientación física y mucho más divertida.

Nissan GTR

El GTR puede parecer un coche para rectas, y en parte lo es; pero sus talentos van mucho más allá de la pura velocidad. Su potencia bruta se engloba perfectamente en un chasis increíble que puede ocultar el peso del coche y ofrece una experiencia de conducción total. Brutal y súper eficaz.

Chevrolet Corvette

Caballos americanos, se dice así, ¿verdad? El Corvette, de todas formas, no pierde adhesión al asfalto en las curvas. La caja de cambios manual y la sensibilidad que hay que desarrollar en el pie derecho son parte de la diversión. Si tienes que elegir uno: el ZR1 con un compresor volumétrico.